Todos imaginamos como funciona una vacuna, es un principio aparentemente sencillo. Los antígenos penetran en el cuerpo y se transforman en anticuerpos dispuestos a combatir la enfermedad. Gracias a "la memoria inmunológica" se generan unas defensas permanentes o duraderas en el sistema afectado.
Cualquier sistema vivo esta expuesto cuanto más tiempo perdure a incontables infecciones. Esto sucede, como en cualquier otro organismo vivo, con el sistema democrático.
¿Cómo podemos reforzar el sistema para protegerse así mismo?
Inoculando el sistema. El principio básico de la vacuna nos dice que debemos introducir microorganismos dañinos que han perdido su peligro, el sistema democrático se nutre de unos microorganismos llamados votos, estos se transforman en sistemas vitales más complejos denominados políticos que son indispensables para que el organismo parlamentario viva. Cuando el sistema democrático esta afectado solo podemos defenderlo a través de un microorganismo dañino que al igual que los antígenos de la vacuna han perdido su valor, es decir el voto nulo.
Frente a esto algunos piensan que el voto en blanco es la forma de protesta para decir que nos sentimos descontentos o no aceptamos ninguna de las opciones. El problema del voto en blanco es que no refuerza el sistema ya que es una opción utilizada dentro de este y continua validando su propia estructura. Cuando votamos en blanco o votamos a otro partido como castigo o nos abstenemos, no mejoramos el sistema, lo enquistamos.
Inocular el sistema no se sitúa en ningún lugar del arco político, busca en los procesos naturales la forma de resolver problemas que parecen enquistados.
¿Cómo se aleja esta proposición de otros grupos que pretenden el voto nulo por razones ideológicas y políticas?
Hay que tratar el microorganismo como en la vacuna inactivada base de esta acción. Para tratar el sistema afectado es necesario un mensaje común que identifique los microorganismos que han sido inoculados, es imprescindible que en cada papeleta se lea claramente el lema "inoculando el sistema".
El principio de la vacuna inactivada es el mismo que sucede en la vacuna de la gripe. Voto nulo es nuestra vacuna, está disponible, es barata y sólo requiere depositarla en las urnas, vía de transmisión de los antígenos: V1N1 = voto nulo.
Todos sabemos que el miedo es un sistema de control, pensamos que cualquier cambio fuera de lo que se espera de nosotros puede resultar catastrófico, precisamente debemos ser nosotros quienes utilicemos el miedo como forma de control. Si el sistema teme por su supervivencia generara los anticuerpos necesarios para sobrevivir.
Porque no es peligroso para la democracia: es este sistema el que pretende subsistir y será este quién se reforzara para no permitir la entrada de otros que afecten su supervivencia.
Redes sociales.
Para hacer efectiva la inoculación es necesario el mayor número de votos afectados. Las manifestaciones tienen debilidades desde el punto de vista logístico, institucional y mediático, cualquier dato es susceptible de distintas lecturas, cualquier acción clara en las urnas apoyada por un número importante de personas es efectiva y determinante. Es necesario que dicha acción sea conocida por el mayor número de personas. Es fácil gracias a la red, sólo reenviando la propuesta al máximo de personas posibles y consiguiendo que todos actuemos en las próximas elecciones con un voto nulo = V1N1.
Formemos parte de la historia por alcanzar un hecho único en los países democráticos estables. Es muy importante mantener un lema común para que los antígenos funcionen, con el lema "inoculando el sistema".
Construyamos historia en las próximas elecciones, porque es posible, porque es el momento, compártelo: REFORCEMOS LA DEMOCRACIA. INOCULEMOS EL SISTEMA.
